En el Alto Valle de Río Negro hay una historia de variedades de uvas olvidadas, viñas viejas que aún resisten el paso del tiempo, tesoros que nuestro proyecto en la Patagonia pretende redescubrir y apreciar. En esta zona de gran potencial, para variedades de uva como Semillón, las uvas se cultivan de forma orgánica y natural ya que el ecosistema de la Patagonia lo permite. Nuestro proyecto muestra el gran potencial de la Argentina en toda su geografía. En nuestros viñedos no utilizamos ningún herbicida ni productos sistémicos, gestionándolos de forma agroecológica.
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Vino de Crianza Biológica
Flor es 70% Semillón y 30% Pedro Giménez de antiguos viñedos plantados a fines de los años 60, en pie franco sobre suelos limosos provenientes de Allen e Ing. Huergo, 2 zonas tradicionales de Río Negro. Viñedos de muy bajo rendimiento.
Vinificamos con racimos despalillados y posteriormente se realiza una maceración pelicular durante 5 días a baja temperatura. La fermentación tiene lugar en foudres de roble francés, fermentado con levaduras autóctonas a temperaturas entre 16º y 18ºC.
Uno de nuestros viñedos en la Patagonia está ubicado en el valle medio, donde el Río Negro forma “la isla grande”, una isla de rio con un microclima único, viñedos plantados a comienzos de la década del 50, con el objetivo de hacer vinos de clima frío. Hoy en día rescatamos estos viñedos de gran potencial, que por muchos años fueron olvidados, para embotellar este extremo paisaje de la Patagonia, Argentina.
